Contra los números no hay Bonus que aguante.

De la mano de Smith y con poco futbol, Charlotte se acera al objetivo.

Por:Claudio Bonus

                                                                                                                                      Foto:Hugo Lopez

A estas alturas del torneo, cualquier análisis futbolístico puede quedar anulado por la posición de Charlotte FC en la tabla de posiciones. 

En una liga donde el objetivo principal es asegurar un lugar en los playoffs, el equipo dirigido por Dean Smith está cada vez más cerca de alcanzar esa meta. En este camino, lo importante es sumar puntos, y un empate ante New York Red Bulls no es la excepción. Aunque pueda parecer poco, este punto, combinado con otros resultados, cobra mayor importancia.

Sin embargo, como comunicador, tengo la obligación de ver más allá de un simple resultado. Es esencial destacar que, a diferencia de los influencers partidarios, un periodista debe escribir para el público, no para un club, a menos que sea empleado del mismo. Esto me coloca en una posición que me obliga a ir más allá de los fríos números.

Charlotte FC jugó mal contra New York Red Bulls. Todas las estadísticas favorecieron al rival: remates, posesión de pelota, pases, etc. El equipo de Smith es plano, previsible, sin sorpresas. Su principal preocupación parece ser mantener el arco en cero. A la hora de los cambios, el inglés opta siempre por cambiar pieza por pieza, sin ajustes tácticos significativos durante el partido. Cada jugador ocupa su lugar en el campo y de ahí no se mueve, salvo Bronico, que corre por todas partes. Aunque su sacrificio es digno de reconocimiento, a veces es solo eso: correr por todas partes.

Charlotte necesita jugadores que rompan el sistema, que hagan algo diferente. Jugadores como Karol Świderski o el colombiano Vargas están llamados a hacerlo, pero Świderski parece no disfrutar de su estancia en Charlotte, y Vargas se ha transformado en un jugador posicional y obediente, muy lejos de ser ese jugador que sorprende con apariciones peligrosas en el área rival. Como sucedió ante los Red Bulls, el nacido en Barranquilla apareció con un pique magistral y consiguió el penal para que Charlotte se pusiera en ventaja. Pero, al igual que Abada, su presencia es intermitente y sus errores se vuelven frustrantes.

El propio Dean Smith admitió: "Fue un partido frustrante. Creo que ambos equipos se mostraron un poco desorganizados por momentos. No se pueden cometer tantos errores no forzados en el último tercio y esperar ganar. Eso es culpa nuestra y tenemos que asumirlo, pero llevamos cuatro partidos invictos". Este último párrafo me lleva a dos conclusiones. La primera es que Smith no tiene reparos en criticar a su equipo cuando juega mal, y eso se valora mucho, porque un análisis objetivo siempre lleva a corregir los errores necesarios. La segunda conclusión es que, como el título de esta columna lo indica, contra los números no hay Bonus que resista. Siempre es mejor sumar.

"Llevamos cuatro partidos invictos", dice el inglés, como anticipando una crítica hacia el mal desempeño de su equipo. Sí, Bonus, jugamos mal, el rival nos superó en todas las facetas del juego, pero llevamos cuatro partidos invictos, aunque cuatro de estos hayan sido empates. Señor periodista, no somos un equipo vistoso, pero poseemos la segunda mejor defensa de la liga, y lo más importante, estamos en zona de playoffs.

Si lo tuviera cara a cara, le diría: "Sir Smith, usted tiene razón; todo lo que dice son realidades indiscutibles. Pero permítame, desde este humilde lugar, aspirar a ver un espectáculo diferente cada vez que juegue su equipo. Déjeme ser un soñador y pensar que se puede jugar mejor, a menos que usted me diga en la cara: 'Hago lo que puedo con lo que tengo, no solo puedo mostrar lo que muestro.'"

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